En la tradición china la palabra crisis se escribe con dos caracteres: “Problema y Oportunidad”. Hace 10 años me tocó vivir el desafío más impactante de mi vida, el de divorciarme luego de 24 años de casado. Recuerdo que en ese momento viví la crisis desde el problema, el drama y la pérdida y que no tenía las palabras adecuadas para expresar lo que me pasaba, sino un cúmulo de emociones desordenadas.

Estaba perdiendo y, sin embargo, recordaba también la poderosa frase “en la vida nunca se pierde: ganas o aprendes”. Si en ese momento hubiese contado con la sabiduría que reúno en este libro, no dudo que habría podido navegar las aguas tormentosas de ese momento con mayor serenidad y comprensión.

Por eso destaco el poder del aprendizaje, de descubrir aquellas palabras que nos permitan articular mejor lo que nos pasa, de encontrar los vocablos que nos ayuden a trazar cursos de acción adecuados para nuestra felicidad y la de los que amamos. Hoy están aquí, en tus manos. Seis poderosas palabras que todos necesitamos. Seis palabras que resumen el 100% del drama y también lo sublime de ser humanos. La fórmula era bastante más sencilla de lo que pensaba, pero no lo sabía.

Venimos a enseñar lo que vinimos a aprender. Si hoy estas palabras te ayudan a ordenar tu relato personal o te llevan a un sitio de coherencia y serenidad, el propósito de haberlo escrito estará cumplido. Te invito a que pases por estas seis palabras cualquier problema que tengas en tu vida y veas cómo cambia. La sabiduría central de múltiples fuentes y tradiciones están concentradas en este libro y son las que cambiaron mi vida. Espero que también iluminen la tuya.